Nuestra escuela se caracteriza entre otros aspectos por acompañar a sus alumnos. El acompañamiento es un valor añadido que muchos de nuestros alumnos reconocen en nuestro centro. Acompañar es crear un vínculo para que la persona se sienta en un espacio seguro que le permita expresar sus preocupaciones y sentimientos. Es proporcionar un clima de confianza para que el alumno pueda poner palabras a su experiencia y reconocer por sí mismo los pasos que debe seguir. El acompañante no juzga, no dirige, simplemente tiende la mano al acompañado para que camine a su ritmo en su crecimiento personal. Por supuesto para que este proceso pueda tener lugar las dos partes implicadas deben desearlo de manera libre y voluntaria.
Este fin de semana en Zaragoza varios de nuestros profesores han realizado una formación para iniciarse en esta ciencia del corazón. La empatía, el respeto y la autenticidad han sido destacadas como actitudes necesarias por parte de los testigos. Y además en esta primera sesión se han desarrollado interesantes ejercicios de escucha activa, una herramienta fundamental para los procesos de acompañamiento.