El pasado martes 30 de enero, celebramos el Día escolar de la Paz y no violencia. Este año lo hicimos de un modo muy especial y emotivo. Fuimos todos los alumnos del colegio, todas las etapas, Infantil, Primaria, Secundaria, FPB y Ciclos Formativos a la Plaza Utrillas, para compartir con el barrio nuestro sentir.
Aquí podéis recordar el manifiesto que leímos en la celebración:
Nos hemos reunido aquí en nuestro barrio, para celebrar el día internacional por la PAZ. Si existe un día para recordar que todas las personas, en realidad, deseamos la paz, es porque sabemos que hoy por hoy, no existe PAZ en muchas partes del mundo.
El día de la Paz, nos recuerda cada año que no la hemos alcanzado todavía, que vivimos en un mundo en guerra, fragmentado y dividido. Que pasamos los días luchando con nosotros mismos, con nuestros pensamientos, con nuestras emociones, que nos embarcamos en luchas contra los demás. Que nos ponemos violentos cuando no nos dan la razón o alguien piensa o es diferente. Que nos quita la calma cualquier situación que no es como teníamos previsto. Pero en el fondo de nuestro corazón, deseamos que todos nuestros días sean de PAZ y queremos que llegue el día en que la humanidad avance en dirección al AMOR, descubriendo que es mucho más fuerte que el odio, el rencor, la rabia y la ira.
El día que alcancemos la paz, habremos comprendido que lo verdaderamente humano es el AMOR, el perdón, la comprensión y la compasión por los demás.
Seremos capaces de aceptar la VIDA como un precioso regalo y tendremos confianza en todos los seres humanos que como cada uno de nosotros buscan la felicidad.
Por todo esto, hoy queremos pedir la PAZ en el mundo entero y también en nuestro interior. Queremos sentirnos en paz, ser seres de paz. Que nuestras relaciones se muevan desde el cariño, la comprensión y la aceptación.
Hoy, pedimos a Dios que nos ayude a acoger nuestros fallos sin violencia, que podamos sentir paz, encontrando calma interior al sentirnos amados, queridos, acogidos y aceptados tal y como somos.
Que de este modo, unos a otros, podamos ir extendiendo la paz desde nuestro corazón a las personas más queridas y cercanas, a nuestras familias, amigos, compañeros, vecinos, a los ciudadanos del mundo entero.
Que el AMOR sea nuestro camino hacia la PAZ. Que la felicidad que podamos vivir de este modo nos haga dar y ser paz para los demás.
Que ese AMOR tan grande que llevamos dentro, inunde nuestra vida entera y que la PAZ sea una realidad constante, no un deseo inalcanzable.
Hagámoslo posible, no es solo una utopía.
Vivamos el sueño de la Paz.
Emprendamos desde hoy mismo el camino.
Unamos nuestras manos, cantemos juntos, creemos un lazo invisible de AMOR INFINITO…y todos los días serán de la PAZ, entonces carecerá de sentido celebrarla, porque ya la habremos alcanzado.
¡¡¡Que así sea!!