En una enseñanza cada vez más práctica, en la que la teoría se deja de lado, buscando llevar a la práctica el día a día, los exámenes tienen también un cambio de enfoque.
El área de matemáticas es fiel reflejo. De forma periódica, los exámenes se convierten en panfletos de propaganda, y las hojas son listas de la compra para proyectos (campamentos, amueblar una casa…), o la creación de empresas (para trabajar % de beneficio).
La realidad llevada a la evaluación, y antes al proceso de aprendizaje, es clave para que nuestros chicos y chicas sean autónomos en su toma de decisiones y ejecutando estas, tanto ahora, como en el futuro.