Escolapias, nacidas para educar.

El carisma educativo de las Escolapias tiene su origen en una mujer:

Santa Paula Montal y Fornés. En el siglo XIX, al ver la marginación cultural de la mujer de su época, en una sociedad que se habría al desarrollo industrial y al progreso, intuye como necesidad urgente de la sociedad de su tiempo la promoción de la mujer, como base del desarrollo familiar social. Con visión de futuro la reconoce como agente activo de transformación social y cristiana a través de la familia y del mundo del trabajo.

José de Calasanz, en el siglo XVII, con mirada profética descubre en la educación de los niños y jóvenes el medio más eficaz para la reforma de la sociedad y crea una escuela nueva, primer modelo en la historia de educación popular, integral y cristiana.

Paula Montal, se encuentra con la escuela de Calasanz y, sintiéndose identificada con ella, crea una escuela para la mujer, con rasgos propios y estilo escolapio. Su lema “Salvar las familias enseñando a las niñas el Santo Temor y Amor de Dios” recrea el lema calasancio, “Piedad y Letras”, al que incorpora la mujer y la familia.