«El dieciocho de noviembre fuimos a la Alfranca. Había un monitor muy bueno llamado Alberto. Primero montamos en un autobús gigante. Cuando íbamos en el autobús nos encontramos con una excavadora y le pedimos al conductor que pitara, también cantamos canciones.
Después llegamos a la Alfranca y dimos una vuelta por el bosque. Tras almorzar dimos de comer a los patos.
Lugo fuimos a jugar a la Oca al aire libre. Al final volvimos de nuevo al autobús. ¡Nos lo pasamos muy bien!»