Colegio Paula Montal – Logroño

Fundación Educativa Escolapias

Colegio Paula Montal –  Logroño - Fundación Educativa Escolapias

Vidriera de Dios

PAULA MONTAL, VIDRIERA DE DIOS.*

Dicen que los santos son como las vidrieras porque a través de las vidrieras contemplamos la luz del sol y a través de la vida y de la persona de un santo podemos contemplar la luz de Dios.

Paula Montal fue durante toda su vida fiel reflejo de la luz de Dios. Nació y fue bautizada en Arenys de Mar (Barcelona), el 11 de octubre de 1799. Allí, en el seno de una buena familia, comenzó su vida y esa iba a ser su preocupación y la tarea a la que iba a dedicarse en cuerpo y alma: “Salvar las familias enseñando a las niñas el santo temor de Dios”. Lo hizo bien porque, como excelente puntaire (encajera), sabía lo que era ir entrelazando los hilos para que al final resultase un bonito y laborioso encaje.

En octubre de 1829 Paula salió de Arenys, junto a su amiga Inés, rumbo a Figueras. Allí fundaron una pequeña escuela, la primera de una larga lista de fundaciones que aún hoy sigue completándose.

Hizo su Profesión Religiosa el 2 de febrero de 1847, en la capilla del colegio de Sabadell y como verdadera escolapia puso los ojos en otra hermosa vidriera: San José de Calasanz.

Paula vivió sus últimos años en Olesa de Montserrat dedicada, como siempre, a sus hermanas y a sus alumnas. Uniendo los pequeños detalles de cada día, como si de los pequeños cristales de una vidriera se tratara, se iba culminando una vida sencilla pero grande y fecunda.

A lo largo de su vida no hizo otra cosa que ofrecerse cada día para llevar la luz de Dios a los demás. Paula hablaba a sus alumnas de la santidad y les hablaba de Santa Teresa de Jesús y de San José de Calasanz, y ellas le decían: “Usted si que es una verdadera santa… ¡cuántos milagros van a salir de usted”, y ella respondía con buen humor: “Sí, quiero ser santa, pero no de altares”.

A su muerte, el 26 de febrero de 1889, todo el pueblo de Olesa exclamó: “¡Era una santa!” y dicen que su entierro fue un verdadero homenaje de amor y de gratitud a Madre Paula.

Pero la historia de Santa Paula Montal no acaba con su muerte; a través de ella, de Madre Paula, sigue pasando la luz de Dios y su obra está extendida por todo el mundo.

El 25 de noviembre de 2001 fue canonizada en Roma por Juan Pablo II, proponiendo la figura de SANTA PAULA MONTAL como ejemplo y como intercesora ya que ella fue, y sigue siendo, VIDRIERA DE DIOS.

Resumen del relato escrito por Eduardo López, profesor del colegio. I Certamen Literario “Paula Montal” 2001-2002, accésit en la categoría de adultos. Puedes leer el relato completo, descargarlo o imprimirlo abriendo el archivo adjunto.

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